sábado, 17 de marzo de 2012

Comentemos un cuadro: La primavera. Sandro Botticelli.


Inmaculada Romero, enfermera con grandes inquietudes por la cultura, la filosofía y cualquier otro campo, nos muestra el conocimiento de la filosofía respecto al arte renacentista.

Para entender una obra en profundidad debemos trasladarnos e introducirnos en la época.
A finales de los S.XIV, XV, XVI todos los campos del conocimiento se amplían. La filosofía se convierte en una parte fundamental de la sociedad de aquel tiempo, debido a que pasamos de una visión teocéntrica a una antropocéntrica.
En esta época se producen cambios que cambian los pensamientos humanos. Se retoman a filósofos de la corriente clásica, tales como Platón y Plotino.
Según Plotino el hombre posee una doble naturaleza (cuerpo, alma). Para conocer al verdadero hombre hay que penetrar en su parte espiritual.
La idea de alma y el triple mundo formará parte de la pintura.
Platón expone que hay ideas arquetípicas percibidas por el alma y modificada creativamente por el mundo sensible.
Aristóteles diferencia mundo y espíritu. "Hombre conócete a ti mismo y conocerás a los dioses del universo". En este aspecto es el hombre el punto intermedio capaz de unir el cielo con la tierra. El hombre puede elegir y transformar sus propias circunstancias: libertad.
La parte fundamental para el resurgir de esta época es la corriente hermética, la cual recoge unos secretos mantenidos por los discípulos.
Otro factor importante es la unión de contrarios: nuestra mente racional funciona por opuestos: blanco y negro. En nuestra cultura siempre aparece el exceso y el defecto pero, es en esta época cuando se cuestionan eso. Debe haber un tercero que vaya por encima de la razón: la intuición, el discernimiento.
Es una especie de mediador entre los dos anteriores. Por eso Hermes es el mediador que está por encima y controla a los contrarios.
Pero, además de todos estos conceptos que hemos descrito hay uno que es el motor de todo el Renacimiento: el amor. Al hablar de amor nos referimos al amor sereno, armónico, definido como la búsqueda de la belleza ideal.
Ficcino es uno de los máximos exponentes de este ideal. "No se abraza lo que se conoce, se abraza lo que se ama." Sólo a través del amor se puede alcanzar el conocimiento.
El filósofo debe tener una belleza interior. Cuando hablamos de amor ciego podemos decir que el individuo ve con los ojos del alma, no con el de los sentidos.
MITO: Tiresias contemplaba a Diana desnuda y, por ello, se quedó ciego. Sin embargo, le otorga el don de la profecía: la belleza interior.
Platón decía que "sólo se ama lo que no tenemos. Es el gran motor hacia la búsqueda". Debe ser filósofo porque carece el conocimiento.
Una vez os he mostrado un poco del contexto histórico podemos prodecer al análisis de la obra que nos ocupa: La primavera de Sandro Botticelli.

La primavera, 1477-1478
temple sobre tabla, 203 x 314cm
Galería Uffizi, Florencia, Italia

Descripción.
A la derecha encontramos a Céfilo, el dios del viento primaveral (pasión desenfrenada) que toca a Cloris, la figura que le sigue, una ninfa representada con el color blanco simbolizando la pureza. De su boca manan flores, lazo de unión con Flora, la belleza personificada, diosa de la fecundidad como poder germinador de la naturaleza.
La escena se presenta en un jardín de naranjos. 
A continuación de estos tres personajes podemos ver a la figura central, la diosa Venus, la cual tiene su mano relajada dirigida hacia las tres gracias.
La figura masculina que aparece a la izquierda de la obra es Mercurio, el protector del jardín que aparta con el caduceo las nubes.
Arriba podemos ver a cupido con los ojos tapados y lanzando una flecha a Cástitas. 
Simbolismo
La lectura de la obra es de izquierda a derecha, donde podemos ver una armonía completa de las partes que conforman la obra.
Se trata de la metamorfosis del alma que culmina en la comtemplación.
Se caracteriza por un neoplatonismo donde se puede ver la emanación, la conversión y el proceso de ascensión a la contemplación.
En cuanto a la venus decir que tiene una doble naturaleza: celeste y terrestre. Es la hija de la abundancia y de la pobreza.
Clóris en el alma que entra en el mundo natural a través de Céfilo
Flora es la diosa de la juventud. Genera belleza desde su preñez.
Venus está rodeada por árboles. La luz que se encuentra de fondo tiene forma de pulmones y ella se encuentra en el centro: corazón.
Levanta su mano con gesto de moderación hacia las tres gracias.
En cuanto a éstas podemos decir que se trata de una triada: Pulcritud, que da la cara y la oculta por devolver el favor; Cástitas da el favor y apenas se le ve el rostro; Voluptas, la cual lo recibe y lo da al mismo tiempo. Por ello que esté dando la cara.
Esta representación de las tres gracias me recuerda en cierta medida a las que se encuentran en la Glorieta de Bèquer, en Sevilla.
Estas féminas se mueven en una danza armónica. El amor casto no lleva joyas como Clóris, pero en tiempos diferentes.
Voluptas goza interiormente de la contemplación de la belleza.
Sus manos forman un arco como iniciación del amor.
En la parte superior observamos a cupido. Lleva los ojos tapados simbolizando la belleza interior y el amor ciego, de los que hablamos anteriormente.
Mercurio mira hacia el más allá. Simboliza la iniciación hacia los misterios. Disipa las nubes como las dudas y las falsas opiniones. Desvela el velo del misterio.
Y para concluir decir que el papel que juega Mercurio lo podemos ver en el mito de la Caverna platónico, cuando el filósofo que sale de la cueva pretende la iniciación. Éste necesita las nubes (velos) para ver la verdad de forma progresiva.
"Filósofo es todo ser humano que le falta algo y quiere encontrarlo" 
                                                                                                                            Anónimo. 

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