lunes, 21 de mayo de 2012

Alejandro Santos Ruiz. Preámbulo y Ensayo.

El antiguo hospital de peregrinos, construido en el S.XVI por el contador de los Reyes Católicos, actual Asociación de la Prensa de Granada y ámbito cultural de El Corte Inglés presentan Preámbulo y Ensayo, obra del joven artista Alejandro Santos Ruiz.
Se trata de un artista en plena esfervescencia, debido a que se encuentra actualmente cursando el segundo curso del Grado de Bellas Artes en Barcelona, aunque el pasado año formó parte del grupo de alumnos de la Facultad de Bellas Artes de Granada.
A través de la línea abstracta que nos presenta el artista podemos intuir un gran gozo en el proceso creativo, en el cual aplica el color, en algunos casos, directamente del tubo. En estos casos quiere dar rienda suelta a sus pensamientos, sensaciones e ideas más íntimas.
La exposición incluye obras y bocetos de carácter informalista de las que podemos ver una cierta evocación dentro del impresionismo abstracto.
Aunque se "enmarque" dentro de este estilo, de forma particular he de decir que me parece completamente figurativa. Toda abstracción parte de la experiencia sensible, nada surge de la nada.
Hasta donde conozco es prácticamente imposible despojarnos de todas nuestras ideas y experiencias para dejar la mente en blanco y crear algo que no evoque a nada. Aunque se traten de manchas que provengan del azar podemos ver, en algunas ocasiones, formas que nos recuerden a tal cosa.
Este mismo ejemplo lo podemos ver en la contemplación y posterior reflexión sobre las formas de las nubes (animales, palabras, personas).
Esto ocurre porque nuestra mente es capaz de retener múltiples formas arquetípicas, palabras, imágenes de lugares que, aunque no las utilicemos, siempre habrá un momento para cada cosa. Además el ser humano, en cuanto a la especie, tiende a asociar todo lo que percibe a cosas de la experiencia sensible ya vivida. Un ejemplo de ello puede ser la interpretación de los sueños, la relación entre un artista y otro, etc. Se trata de una necesidad, sin la cual, en mi opinión, no podríamos vivir.
En la obra de Alejandro, al igual que con la de Scully puedo ver formas orgánicas claramente identificables.









La exposición se divide en dos partes: la primera es una selección de sus dos muestras anteriores y la segunda lo que formará parte de una futura exposición. De ahí su título.
Pienso que Alejandro, al cual no tengo el placer de conocer, dentro de la facultad es una esponja, intenta absorber cada detalle, opinión y consejo que recibe de los profesores y alumnos.
Por lo que tengo entendido domina casi a la perfección el academicismo pero esto, en mi opinión, puede ser muy delimitador, debido a que cumples los objetivos de las clases y buscas la perfección, cosa que no existe, como resultado.
Creo que la línea que ha seguido es para desaparecer y desconectar durante un tiempo determinado de todo lo que nos rodea. Introduce algunos elementos fácilmente identificables pero su intención principal es utilizar la obra como terapia y desahogarse frente a ella.
Esto nos sirve a la vez para experimentar con diferentes formatos y técnicas en los que no solemos sumergirnos por miedo a cómo será el resultado.
Me parece un hecho muy importante que diferentes espacios de la ciudad de Granada y, en estos momentos, de Barcelona le hayan permitido exponer, debido a que de esta manera el artista se "enfrenta" a diferentes situaciones, tales como el propio montaje y desmontaje de la exposición y su correspondiente tiempo establecido a ser expuesta ante multitud de personas.

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