Podemos decir que es un arte kitch, que recupera escenas religiosas, sexuales e infantiles y las convierte en todo un símbolo y en un objeto que todos quisieran tener.
Su producción, en su mayoría, destaca por ser muy brillante.
A raíz de su relación con Ilona Staller, más conocida como Cicciolina, la cual venía de la política y había quedado plenamente enamorada del artista, comenzaron una serie de representaciones sexuales de la pareja en muchas de sus obras.
Al mes de conocerse se casaron y tuvieron un hijo. Poco más tarde Cicciolina regresó a los EE.UU. con su hijo, sin dar señales de su paradero a su propio padre.
Esto sumió a Koons en una gran depresión y por ello decide comunicarse con su hijo a través del arte, realizando obras infantiles que le ayuden a crecer.
Pasó de un arte desde mi punto de vista obsceno a otro completamente inocente, donde la carga emocional aumentó notablemente.
En la obra la celebración es como una etapa en la que siempre está preparado deseando la llegada de su hijo a casa.
Es una historia bastante triste que se oculta de esas maravillosas obras que irradian alegría.
Es un artista que mantiene vivo el recuerdo de su hijo.
La idea pertenece al artista pero el proceso creativo de las obras es llevado a cabo por un grupo de profesionales frente a las directrices del artista.
Se nutre de la publicidad como Andy Warhol.
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