Una parte de Barcelona se la debemos a su imaginación.
Anoche vi un documental sobre la trayectoria política y artística del mayor protagonista del modernismo catalán. Fue el mayor partícipe de la vida pública catalana y llegó a ser diputado de las cortes españolas.
Señalar que, como arquitecto, muchas de sus obras están conferidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Lluis Domènech i Montaner y Antonio Gaudí son, posiblemente, los más brillantes arquitectos de Barcelona. La única diferencia es que el estilo de Montaner evolucionó notablemente.
Lluis Domènech y Girbau, su bisnieto, nos cuenta cómo vivió y desarrolló su propia formación como arquitecto.
Por influencia familiar Montaner estudió ingeniería, donde más tarde se decantó por la arquitectura. Era políglota, cosa que le fue muy útil en sus viajes.
A lo largo de su trayectoria profesional realiza reflexiones sobre el tipo de arquitectura que se debía hacer en ese momento. Hizo un compendio y una síntesis de éstas para conformar su peculiar y variada seña de identidad.
Su primer proyecto fue la editorial de su tío. Para este trabajo realizó bocetos previos en piedra para la fachada, los cuales cambió por ladrillo visto e hierro modulado en el interior. Esta técnica fue pionera y marcó un gran referente en la arquitectura del modernismo de mediados del S.XIX.
CAFÉ- RESTAURANTE
Quiere recurrir a sus contemplaciones rompiendo los esquemas griegos y neoegipcios.
El interior es contradictoriamente diáfano si tenemos en cuenta el ladrillo de Toledo, almenas de los castillos, la aguja alemana con el hierro de la fachada.
Idealizaba la arquitectura medieval barcelonesa. El símbolo y el detalle son entendidos como la fuerza de la forma. Como buen arquitecto del S.XIX entendía que ambos conceptos debían ir unidos.
Este edificio de ser un café- restaurante pasó a ser un museo de historia.
GRAN HOTEL INTERNACIONAL
Como vemos en las imágenes es un edificio extraordinario. Se emplearon materiales poco pesados porque tenía una estructura muy delicada. Ocupaba la mitad de un campo de fútbol y podía albergar a 2000 huéspedes.
Este edificio se construyó para la Exposición Universal de 1888 de Barcelona. Se construyó en un tiempo récord de 83 días.
A pesar de todo tenían que derribarlo diez días después de la clausura de la Exposición pero, debido al éxito que tuvo, se amplió el plazo un año más.
En mi opinión era un hotel de mucho lujo que podría haber enriquecido aún más a la ciudad. Se trataba del hotel más grande de la historia.
Domènech i Montaner pertenece a la última generación del modernismo del S.XIX.
Cuando desaparece de su etapa política se sumerge en el mejor momento arquitectónico de su trayectoria.
Si nos referimos a su forma de trabajar podemos decir que era la cabeza pensante que tenía un equipo de magníficos artesanos, los cuales nos muestran a través de las obras la perfección arquitectónica.
Al ser el organizador de todos los proyectos siempre tenía que estar presente en las ejecuciones, montajes y procesos del trabajo. Si en ese momento no se encontraba en la zona era capaz de organizar el espacio de forma imaginaria y resolver el problema que le planteaban, después, sin ningún tipo de duda, continuaba durmiendo.
CASA NAVAS
Este edificio es el símbolo de la vivienda en Cataluña. Se caracteriza por ser una casa-tienda sin cochera. Esto marca una evolución en el estilo arquitectónico.
Se puede apreciar un gran trabajo de las claraboyas.
La casa está llena de símbolos y consigue integrar las artes decorativas con el diseño. Este tipo de casas son muy aparatosas pero se convierten en prototipos de la modernidad.
Podemos decir que se interesó bastante por el románico catalán, el cual estudia desde sus orígenes. Se trasladaba con su hijo para fotografiar los restos de este movimiento en Cataluña por el cual se interesó para salvaguardar su patrimonio.
PALAU DE LA MÚSICA CATALANA
Domènech se siente completamente obsesionado por la luz natural, evidenciada por todas las vidrieras laterales y superior.
El contraste de materiales es muy llamativo. Esto se debe al bajo presupuesto que tuvo el proyecto desde el primer momento.
El solar se encuentra en pleno centro y supuso un problema, debido a que, si se hubiese construido en la Barcelona que se estaba extendiendo no hubiese tenido problemas de expansión. Consecuencia de ello fue la aglomeración de las butacas que se acerca de forma inusual al escenario. Da la sensación de que el escenario se mete en la sala y esto es una ventaja, debido a que se puede visualizar desde cualquier punto del lugar.
En los laterales del espacio podemos ver las valquirias de Wagner que cabalgan hacia Clavé, simbolizando la relación de la nueva música con la antigua cultura musical popular catalana.
Si seguimos en el interior veremos numerosos signos catalanistas en las vidrieras, por ejemplo.
En cuanto a la fachada podemos ver como no hay dos pilares iguales.
Según una fuente muy fiable si hubiera habido más presupuesto se hubiera derribado el Palau para sustituir su estructura, ya que esta decoración era vista como una señal de mal gusto frente a la serena arquitectura mediterránea.
En resumen, he de decir, que voy a ahorrar para hacer un viaje próximamente a Barcelona y así poder ver a mi familia, las obras de Montaner y lugares que se encuentran en mis recuerdos.
Una visita obligada será el parque de atracciones del Tibidabo, el cual estaba cerrado cuando fui, el MACBA y el Parque Güell, que estaba en obras cuando fui la última vez.
Espero que os haya gustado este paseo por Barcelona a través de la obra de Lluis Domènech i Montaner.
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