Os presento a Arthur Danto, profesor de filosofía de la Columbia University y crítico de arte en The Nation.
Partió de las tesis de Hegel sobre la dialéctica del Espíritu a lo largo de la historia evidenciando el fin del arte.
Este concepto puede parecernos muy chocante si lo leemos tal y como está. Según Danto es una reconsideración entre la filosofía y el arte.
Estos dos campos han estado unidos desde mucho antes que los romanos, los cuales creían en un canon de belleza y existía una jerarquía dentro de la polis.
Estos temas cotidianos y, a fin de cuentas, culturales, eran los representados en las obras de arte.
Por tanto, podemos considerar el fin del arte como una teoría filosófica sobre el desarrollo histórico del arte en la segunda mitad del S. XX.
Considera, al igual que H.Belting, que el concepto de arte no se consolida hasta el 1400 d.C. Esto no significa que todas las obras que se habían realizado con anterioridad no fuesen consideradas arte, sino que al no estar consolidado el concepto de arte como tal, su ser de arte no figuraba en su producción.
Como consecuencia del cambio revolucionario en la práctica cotidiana datado por Danto hacia el 1400 d.C, el concepto de artista forma parte del concepto que tenemos en la actualidad.
Danto añade que, tras todos estos siglos impregnados de arte le acontece la era final. No se trataría de la muerte del arte, sino que el arte de a posteriori no debe mirar o ceñirse a nada, no sigue ninguna narrativa.
Por ello, el arte contemporáneo actual no se puede enmarcar en ningún estilo, movimiento, etc. sino que se trata de la línea personal de cada artista.
Desde mi punto de vista el arte actual, como en la antigüedad, mira hacia su alrededor extrayendo partes que le interesan al propio artista dentro de su producción. Por eso, cada vez que observamos una obra es fácil caer en la frase: esto me recuerda a... Todo esto se debe a que el ser humano siempre tiende a relacionar y comparar cosas cuando lo más importante dentro del arte, en mi opinión, es el goce estético, la comunicación entre el espectador con la obra y, a veces, ésta sirve como mediadora entre el espectador y el artista.
El artista es un ser humano cargado de pensamientos y sentimientos que materializa todo su interior en su producción.
Concibo el arte como un medio de expresión pero también como terapia para el artista. A mi modo de ver, funcionaría como un diario personal, en el cual se escriben pasajes de la vida, poesía, sentimientos, etc.
Podemos decir que el museo es un lugar físico para establecer contacto entre el artista y el público.
El arte que se expone en la actualidad en los museos no tiene relación histórica o formal entre sí más allá de las que proporciona el artista.
Danto observa analogía profundas entre el arte y la filosofía a través de la obra de Greenberg. Realiza también investigaciones y razonamientos propios.
A raíz de que Descartes cambiase la forma de percibir el mundo podemos decir que es el comienzo de la filosofía moderna. Su vuelta al antropocentrismo con el yo pienso, donde el problema es cómo alguien está obligado a cuestionarse y a reflexionar acerca del mundo que nos rodea. Los filósofos antiguos se centraron en observar y explicar el mundo, mientras que la filosofía moderna centraliza los rasgos del yo.
Esto no quiere decir que en la antigüedad no hubiera yoes, sino que el concepto de yo no abarcaba tantos conceptos, cosa que modificó Descartes.
De forma homóloga en el campo del arte se presenta una época premoderna, donde el artista representa el mundo tal y como lo ve y una época moderna donde el arte se vuelve, como la filosofía, sobre su propio tema.
Según Greenberg, el pintor que se asemeja a la innovación kantiana de la pintura modernista es Manet, el cual mostraba sin ningún tapujo la superficie de las obras.
Posteriores a Manet se encontraban los impresionistas, los cuales rechazaban cualquier tipo de mezcla cromática en la obra. Preferían utilizar directamente las que provenían de los tubos.
Greeenberg consiguió construir una narrativa modernista que reemplazó a la tradicional de Vasari.
Si seguimos a Greenberg podemos ver el cambio del arte premoderno al arte de la modernidad, es decir, de la pintura mimética a la no mimética.
Los rasgos representacionales en la pintura del arte premodernista habían sido fundamentales, mientras que en el arte de la modernidad este concepto quedaba apartado.
Danto reconoce a Van Gogh y Gauguin como los primeros pintores modernistas.
Danto considera que Greenberg es el mayor narrador de la modernidad.
"Siguiendo la línea de Manet y del impresionismo, el arte había avanzado hacia el impresionismo abstracto y luego hacia la abstracción del campo del color, donde Greenberg se detuvo".
Siguiendo a Greenberg parece como si el surrealismo no fuese significativo dentro del arte. Para sus seguidores no fue realmente arte.
Sinceramente no entiendo como este movimiento tuvo este tipo de detractores, cuando fue muy rico y lleno de expresión y subjetivismo, que era lo que se echaba de menos o lo que faltaba en otros movimientos anteriores.
Retomando el concepto de arte moderno, el artista producía obras sin ser consciente de que se estaba produciendo un cambio. Es, entonces, cuando se acuña el concepto contemporáneo como una estructura de producción nunca vista.
Podemos hablar de un momento posthistórico que no retoma ningún aspecto del pasado.
"A partir de la Brillo box de Warhol, Danto plantea que no necesariamente debe hacer un objeto visual palpable para que algo sea una obra de arte". Es aquí donde plantea que debemos investigar el arte, desde la experiencia sensible al pensamiento, realizando una indagación filosófica de nosotros mismos.
La concepción de la pintura modernista, según Greenberg, partía de una pregunta: ¿qué es esto que tengo y que ninguna otra clase tiene?
En la actualidad no existe ningún tipo de reglas, más que las que el artista se autoimponga. Existe libre albedrío y completa libertad.
Anterior al 1400 d.C las imágenes no eran apreciadas estéticamente.
Para entender la fusión entre estética y arte es necesario profundizar en la gran aportación de Andy Warhol.
El tipo de crítica ha cambiado, debido a que antes se mostraban los aspectos formales de la obra visualizados a partir de unas normas establecidas.
A partir de ese cambio la filosofía, y con ella el subjetivismo, han permitido la multiplicidad de opiniones y pensamientos en el juicio estético de la obra de arte. En la modernidad se cuestionaba con frecuencia lo que era real y lo que era aparente, la formulación correcta según Danto es ¿qué hace la diferencia entre una obra de arte y algo que no lo es cuando no hay una diferencia perceptual interesante entre ellos?.
El mejor ejemplo que encuentro con la Brillo box, la famosa y cuestionada obra de Warhol. Si vemos esta obra en la Galería Stabe en el año 1964 y paralelamente otras que se encontraban en un supermercado, podríamos ver como son IDÉNTICAS.
La diferencia, a mi juicio, es que Warhol ha dotado a sus cajas de un contexto, de un significado, mientras que las otras son aparentemente funcionales.
Este concepto está relacionado también con la publicidad, con la venta visual del producto. Hacen eso simplemente para que veas el producto como una necesidad y entre a formar parte de tu vida.
Aunque pagues el precio que realmente no vale es el que te han vendido. Un ejemplo de ello puede ser la merde d'artiste de Piero Manzoni. De esta obra, pese a estar realizada en el año 1961 ningún curioso ha intentado abrirla para ver que hay en su interior, si verdaderamente hay treinta gramos de heces.
Quizá pueda ser por mantener esa intriga o por puro egoísmo, pensando que ha invertido muchos euros y que, si la abre, conocería el contenido pero como pieza artística "perdería" todo su valor.
En este preciso instante saco la misma conclusión que Danto cuando afirma que el arte puede ser lo que quieran los artistas y los patrocinadores.
Como artistas no debemos encasillarnos en un solo canal creativo, sino investigar y mantener abiertas diferentes vías de trabajo para mejorar como personas y como artistas. Estas investigaciones pueden sorprendernos gratamente porque podemos encontrar ahí nuestra marca de identidad.
Ese pluralismo marca el fin del arte tradicional y abre la puerta a un sinfín de posibilidades.
A lo largo de la historia han existido excepciones que han abierto los ojos a la posteridad. Algunos de ellos son: Platón y Kant, por la vía filosófica y Miguel Ángel y Pablo Ruiz Picasso por la artística.
El museo es un espacio que, en mi opinión, se ha quedado obsoleto. Por muy amplio que sea es un lugar que delimita y que, a nivel cultural, tiene una lectura característica.
La persona que va a un museo tiene una idea consolidada de lo que va a ver, ya que está dirigido a un público que tiene inquietudes culturales, la cual excluye, en cierta medida, a los que no la tienen.
Si lo observamos desde el punto de vista del artista podemos ver limitaciones a la hora de presentar la obra. Ellos te ofrecen el inmaculado espacio, sin ningún tipo de textura. El artista debe poner la base, las fijaciones a la pared o cualquier otro sistema de presentación. Hay que decir que todo esto varía en función del presupuesto del museo. A nivel de conservación de la obra, si hablamos de una contemporánea, el artista debe dejar unas pautas, de lo contrario el museo actuará como crea oportuno.
Con relación a lo citado anteriormente subiré dentro de poco tiempo un post sobre un accidente en un museo.
El museo cuenta con una serie de protocolos y requisitos que descarta a muchos artistas, bien porque no sigue la línea artística del museo, porque piensan que su obra no va a tener acogida, porque el artista no es conocido o porque ven que su producción puede repeler al espectador.
Pienso que estos lugares deben bajar el listón y, al menos, una vez cada cierto tiempo hacer un certamen artístico para ver lo que se cuece en la ciudad. Esta opción motivaría a los artistas, debido a que, de resultar ganador, expondrías en un buen museo y una gran variedad de personas verían tu trabajo. En una buena oportunidad para aumentar el nivel cultural de los ciudadanos, supone beneficios para todos.
Esta propuesta se realizaría en museos y galerías de arte contemporáneo, debido a que en el Museo del Prado o en el Thyssen de Madrid sería un planteamiento muy alocado.
Esta opción sería para reinventar o reconstruir la idea de museo. Otro factor importante es la instalación de obras en el espacio público. La gran ventaja es que el viandante puede disfrutar de la obra sin preocuparse por el espacio, interactuando y que, el propio clima dé varios enfoques a la obra. El gran inconveniente es que si todos los artistas colocases sus obras en entorno público sería una situación caótica y nada nos fascinaría.
Todo esto supone que debemos barajar todas las posibilidades y analizar los pros y los contras. Un ejemplo de ello son las esculturas que se encuentran desde la Avenida de la Constitución hasta la Glorieta de la bandera del Triunfo, ambos en Granada. La bandera de España, por sí misma ya tiene valor pero si añadimos el tamaño de la base, el del cilindro sobre la que se apoya y el lugar en el que se encuentra, en mi opinión, no necesita a su lado ninguna obra.
Es un gran contraste la mezcla de esculturas populares andaluzas con cojines y una gran cabeza en tonos dorados. Con esto quiero decir que estas obras son igualmente válidas pero quizás si se encontrasen a mayor distancia unas de otras estéticamente se les prestaría mayor atención.
Retomando la idea de museo, muchos artistas y el propio museo, deben asumir el cambio artístico que se ha dado en la actualidad. Deben acercar sus obras al espectador de una forma contraria a lo que nos han impuesto.
Este espacio está diseñado y ordenado de forma similar a los supermercados (publicidad). Un ejemplo de ello es IKEA, concebido para que entres por un sitio, recorras el espacio como ellos te indican, para que veas y adquieras productos y finalmente puedas salir.
En el museo pasa lo mismo: las obras están ordenadas cronológicamente por salas y plantas diferenciadas y, se sale normalmente, cuando has finalizado el recorrido por la misma puerta por la que has entrado o por la tienda de souvenirs.
"Deben tomarse diferentes vías para que el arte desborde los estrechos límites del museo".
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